Muchas personas pensamos que la intensidad es la clave para alcanzar grandes metas, pero Jerry Seinfeld no estaría de acuerdo. Cuando este monologuista, cocreador de Seinfeld y actor con una fortuna de 950 millones de dólares analiza la razón de su éxito, atribuye el mérito a una sola palabra: constancia.
Al principio de su carrera, Jerry empezó a escribir al menos un chiste al día. Colgaba un calendario gigante en la pared y, cada vez que terminaba su chiste diario, dibujaba una gran X roja sobre el día. Con el tiempo, la cadena de X formó una larga cadena. Jerry dice que el atractivo del dinero y la fama no lo motivaba. La verdadera motivación era no romper la cadena.
Esta rutina diaria de chistes es un ejemplo perfecto de un objetivo de hábito. Los objetivos de hábito nos mantienen enfocado en pequeñas tareas que podemos completar cada día. Las victorias constantes mantienen el impulso. Un objetivo más obvio es el de logro. Estos son objetivos complejos que terminan paralizándo en lugar de impulsar. Requieren intensidad, pero muchas veces no valen la pena. Son los pequeños pasos los que tienen un gran impacto.
Si quieremos progresar, hay que cambiar la intensidad por la constancia. Hay 4 pasos para avanzar hacia los objetivos.
Paso 1: Tener claro el objetivo
No podemos lograr una meta hasta que haya sido definida. La visión siempre es lo primero. Ya sea que trabajemos para alcanzar un hábito o un logro, tener claro el resultado final es.fundamental.
Definamis el objetivo con precisión . Y escríbamoslo. Los pensamientos se desenredan al pasar por los labios y por la punta del lápiz. Hasta que no se escribe un objetivo claro, no sabemos lo que queremos realmente.
Escribir el objetivo es especialmente importante cuando hay un equipo involucrado, no podemos crear coherencia hasta que esté plasmado en papel.
Paso 2: Identificar el comportamiento correcto
A continuación, determinar qué comportamiento nos permitirá alcanzar nuestro objetivo. No hacerlo demasiado difícil. Al practicarlo una y otra vez, deberíamos acercarnos gradualmente a un cambio significativo. Por ejemplo, si queremos empezar a practicar yoga, elegir un comportamiento que sal ser tan fácil que sea casi imposible que no hacerlo. Por ejemplo, hacer la postura del guerrero todas las mañanas. Una vez que se convierta en un hábito, se puede ir ajustando.
Cada día, concéntrarse en un paso sencillo. Resultará facilísimo. No parecerá una meta inalcanzable. Se trata de un cambio de estilo de vida. Seguir el comportamiento correcto de forma constante.
Paso 3: Realizar un seguimiento del progreso
El seguimiento del progreso logra dos objetivos: Refuerza el hábito a través de la auto-responsabilidad.
Aumenta la motivación mostrándote el progreso visual.
Al igual que la obsesión de Jerry Seinfeld por mantener la cadena, registrar el progreso nos mantendrá motivado. Ver la cadena de éxitos dará más impulso para los próximos días.
Paso 4: Consiga un socio responsable
Establecer una relación con un compañero responsable puede ser el paso más impactante que puedas dar.
Una vez que decidas contar con un compañero de responsabilidad, es fundamental elegir a la persona adecuada. Tu compañero de responsabilidad debe ser alentador. Puede ser un amigo o compañero de trabajo. También podría ser un consejero, coach o capacitador profesional.
El progreso está al alcance de cualquiera. Cuando priorizamos objetivos de hábito en lugar de objetivos de logro, nos ponemos en marcha rápidamente.
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